Tú no lo sabes, pero soy una canción, le dijo una señora con sombrero a Krahe... lo que ocurre es que de un tiempo a esta parte ni siquiera tengo un final feliz...
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La llamó Silabaria y la quiso tres días como tres noches, como al horizonte. Luego la olvidó en tres horas, como un abismo. Pero mientras la tuvo cerca, la llamó Silabaria. Gran nombre para una enamorada del ocio y las palabras. (Ángeles Mastretta)
¿Quién quiere finales felices teniendo ginebra?
ResponderEliminarMe gustan los paréntesis. Como la vida, que quizá no sea otra cosa que un paréntesis entre la nada y la muerte. Los finales tristes o felices nos dicen siempre que las historias se acaban, se cierran y finalizan para siempre. Muchas veces pienso cómo sería la vida de los personajes de cuento después del "fueron felices y comieron perdices"... Creo que la felicidad plena no existe, sino momentos felices que se nos presentan en la vida como paréntesis a la ausencia, la soledad, el dolor... Felicidad como días claros aunque descubramos que "no hay nada más bello que lo que nunca hemos tenido, ni nada más amado que lo perdimos"
ResponderEliminarlA CLAVE ESTÁ EN NO DEJAR PERDER LO HERMOSO,EN CUIDAR DÍA A DÍA TU VIDA Y LA DE QUIENES HAN DECIDIDO FORMAR PARTE DE TU MUNDO.DESTERRAD EL EGOISMO Y DAR MÁS DE SÍ MISMO SERÍA MUY BENEFICIOSO,SERÍA MUY INTERESANTE.SERÍA OTORGAR A NUESTRAS VIDAS MÁS FELICIDAD AÑORADA.SERÍA DAR BARNIZ BRILLANTE A VIDAS QUE EMPIEZAN A SER DEMASIADO ANODINAS,DEMASIADO RUTINARIAS.
ResponderEliminarEn vivir cada día como si fuera el último... porque al fin y al cabo, y como leí el otro día, la vida no es más que un tiempo que se le alquila a la muerte.
ResponderEliminarUn abrazo.