martes, 30 de diciembre de 2014

CANCIÓN DE AMOR DE LA JOVEN LOCA

Cierro los ojos y el mundo muere;
Levanto los párpados y nace todo nuevamente.
(Creo que te inventé en mi mente).

Las estrellas salen valseando en azul y rojo,
Sin sentir galopa la negrura:
Cierro los ojos y el mundo muere.

Soñé que me hechizabas en la cama
Cantabas el sonido de la luna, me besabas locamente.
(Creo que te inventé en mi mente).

Dios cae del cielo, las llamas del infierno se debilitan:
Escapan serafines y soldados de satán:
Cierro los ojos y el mundo muere.

Imaginé que volverías como dijiste,
Pero crecí y olvidé tu nombre.
(Creo que te inventé en mi mente).

Debí haber amado al pájaro de trueno, no a ti;
Al menos cuando la primavera llega ruge nuevamente.
Cierro los ojos y el mundo muere.
(Creo que te inventé en mi mente).


SYLVIA PLATH

lunes, 3 de noviembre de 2014

YO SOMOS

Soy mudable
Ando en el límite
Me construyen y me deconstruyo
Intento reconstruirme con los trozos que me quedan
Me robaron algunos. 
Otros quedaron sueltos en el camino.
Llevo otros cuantos enganchados y a punto de descolgarse pese a las costuras.
No soy yo.
Yo somos
Porque a veces soy una, a veces otra
No la misma
Intento/ intentamos mantener bases
Cimientos de hormigón,
Otros son de humo,
Sueños, o eso que llaman principios.

No sé dónde estoy
Esta noche solo sé
que esto está lejos de ser algo parecido a un poema
que tiemblo
que soy infierno
y que el mundo hoy para mí
también es ancho y ajeno.

jueves, 7 de agosto de 2014

miércoles, 21 de mayo de 2014

Hilos morados

Yo intento evocar la lluvia o el llanto. Obstáculo de las cosas que no quieren irse camino de la desesperación ingenua. Esta noche quiero ser de agua, que tú seas de agua, que las cosas de deslicen a la manera del humo, imitándolo, dando señales últimas, grises, frías. Palabras en mi garganta. Sellos intragables. Las palabras no son bebidas por el viento, es una mentira aquello de que las palabras son polvo, ojalá lo fuesen, así yo no haría ahora plegarias de loca inminente que sueña con súbitas desapariciones, migraciones, invisibilidades. El sabor de las palabras, ese sabor a semen viejo, a vientre viejo, a hueso que despista, a animal mojado por un agua negra (el amor me obliga a las muecas más atroces ante el espejo). Yo no sufro, yo no digo sino mi asco por el lenguaje de la ternura, esos hilos morados, esa sangre aguada. Las cosas no ocultan nada, las cosas son cosas, y si alguien se acerca ahora, y me dice al pan pan y al vino vino me pondré a aullar y a darme de cabeza contra cada pared infame y sorda de este mundo.


ALEJANDRA PIZARNIK





martes, 1 de abril de 2014

Érase una vez...

Entonces, todas las historias se contarían de otro modo, el futuro sería impredecible, las fuerzas históricas cambiarían, cambiarán, de manos, de cuerpos, otro pensamiento aún no pensable, transformará el funcionamiento de toda sociedad. De hecho vivimos precisamente esta época en que la base conceptual de una cultura milenaria está siendo minada por millones de todos de una especie nunca conocida.

Cuando ellas despierten de entre los muertos, de entre las palabras, de entre las leyes.

Érase una vez...

De la historia que sigue aún no puede decirse: "solo es una historia". Este cuento sigue siendo real hoy en día. La mayoría de las mujeres que han despertado recuerdan haber dormido, haber sido dormidas.

Érase una vez... y otra vez...

Hélène Cixous. La risa de la Medusa.

sábado, 8 de febrero de 2014

Recordando a Don Antonio...

Dice la esperanza: un día
la verás, si bien esperas.
Dice la desesperanza:
sólo tu amargura es ella.
Late, corazón... No todo
se lo ha tragado la tierra.

A.M.

lunes, 3 de febrero de 2014

Andrómeda y el espejo


Estudio. 65 páginas escritas. 31251 palabras. Palabras que se mezclan, se agrupan en la cabeza. Y leo: sex, arousal, passive space, adornment, sexual tensions, otredad, female body, identidades construidas. Andrómeda, Andrómeda sujeta, contemplada, desnuda, expuesta para ser salvada, también para ser atacada. No para vivir libre, no para desasirse, sí para necesitar incuestionablemente, incansablemente, de las manos del hombre que la desate o que la ataque, manos que la vuelvan a atar no ya a un tronco, sí a hijos, casa, marido, esposo. Andrómeda no es nada, Andrómeda es el hueco, el pretexto, la hija, el deseo, el vacío. Es el premio, también castigo, moneda de cambio.
Si haces lo que digo serás buena. Si me dejas elegirte serás buena. Si me complaces serás ángel, correcta amiga, ayuda para la salvación de este hombre que soy, tu destino será rico asistiendo al Gran Hombre. Si no me quieres, si no te amoldas a mi vida, serás Lilith, infierno, Medusa, monstruo, bajo el signo de las desobedientes, quedarás desterrada, lejos de la palabra, llena de inmundicia y podredumbre será tu condición. También puedes ser Andrómeda, nada en ti misma, masa moldeable a mi gusto y según mis necesidades. 

Andrómeda se mezcla conmigo. Y con todas las demás; con Lilith, con Medusa, con María, Eva, Pandora. Con todas las otras yoes que habitan mi casa, con todos los huéspedes que a menudo me visitan y pueblan estas habitaciones. 
La historia se repite. La historia de los libros es la mía, la loca del desván se me parece, ese espejo dual dañino que me devuelve mi propia imagen, artera y falsa de lo que no soy, de lo que me resisto a ser, me mira con ironía y superioridad al otro lado del pasillo. 

Esperando para ver quién será la primera en quebrarse.

ÚLTIMO MOVIMIENTO

Mi visitante y huésped preferido
perdido por la sala, mientras
la piel se me declara transparente y absorbe
hasta la última nota, que en otro tiempo supe
ejecutar. En el rincón
un animal se ovilla. El cristal está a punto de quebrarse.

María Victoria Atencia

lunes, 13 de enero de 2014

TROZOS

No perder un ojo
un corazón 
un dedo/ pie
 afición/  lengua/ café.
No perderme yo, A,
en concesiones/ arañazos/ camas 
cabezas con ideas que duelen
y no soy yo.
En copas/ calles/ madrugadas
vacías
que no me quieren.
Ventrículo derecho pisado, roto.
Arteria rasgada.
Recompongo trozos, 
A médico,
A Frankenstein
costurera con hilo de pescar atado a las muñecas.
No maniquí/ no madre
no ubre que alimenta
no maestra/ institutriz que educa y corrige.
No A ingenua vomitando
carcajadas a chistes supurantes.
Recojo trozos
recompongo
me
guardo corazón
pie
dedo 
riñón
letras y discos.
Vuelvo a coser.
Ordeno. Escribo. 
Escribo.
Escribo.
Día 
Frankenstein.