Yo ya te había encontrado
entre la luz incierta de los días;
entre libros y discos en mi casa
tú viniste una noche.
Dijiste que no todo estaba hecho,
nada había perdido,
existían realidades, caminos, carreteras
que llevaban a pueblos
donde el mar era amplio;
donde vivir
no era un simulacro indefinido
lejano a nuestros sueños;
donde la luz
para todos los hombres
y también las mujeres
era clara y diáfana.
Yo ya te había encontrado
entre la luz incierta de mis días.
Cuando te puse rostro
me trajiste la luz;
demasiado real, sospecho ahora.
Fugaz como un relámpago.
¿Vivir no es un simulacro? ¿No es todo mentira?
ResponderEliminarMe alegra que hayas vuelto a encontrar aquello que perdiste, que, por momentos, fue para siempre. Tus palabras son tan halagüeñas que hasta quisiera creerlas.
ResponderEliminarLa poesía me ha parecido muy bonita, demasiado feliz para quien teclea estas palabras. Esta es la parte que más me ha gustado:
"donde vivir
no era un simulacro indefinido
lejano a nuestros sueños"
Doloroso, real, bonito y sincero...
Saludos. Muchos besos.
http://esquinastiempo.blogspot.com/
me ha gustao mucho; hablas del amor como un infortunio.
ResponderEliminarMezla de infortunio y felicidad.Con las adecuadas medidas.Más,mucho más de lo segundo.
ResponderEliminarEl amor siempre tiene algo de dolor y mucho de alegría, o viceversa. Y ojalá todos los amores, los que hay y los que quedan por venir, sean felices, demasiado felices.
ResponderEliminarMil besos. Gracias a todos.
Bonita poesía. ¿Dónde está ese paisaje, el de la imagen? Creo que es realmente bello, es un paraiso. ¿Méjico?
ResponderEliminarAlmería. Playa de los Genoveses, un paraíso verdadero.
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