jueves, 3 de junio de 2010

CUENTOS INCOMPLETOS VI... TU NOMBRE EN LOS MAPAS


Tu nombre en los mapas adquirió la dimensión de centro, de todo. Se agrandó y entonces era Madrid, o Valencia, Barcelona o Bilbao. Un punto abarcando una ciudad de miles y miles de habitantes. Eras el lugar adonde iba, la posibilidad hecha certeza de que estuvieras en cualquier calle. La expectación por encontrarte por sorpresa detrás de cualquier esquina que doblara...

Es sorprendente que tu nombre se amplíe o reduzca en los mapas, que llegara a medir las distancias por los cuerpos que nos separaban, que el espacio y el tiempo dejaran de ser dimensiones reales y físicas, para que tú fueras mi instrumento de medir. Mi sistema de medida. Tú, o vosotros, varios tús. Es sorprendente que tu nombre que un día creció para abarcar más espacio, poco a poco fuera disminuyendo, haciéndose pequeño, siendo uno de los miles de puntos más que pueblan una ciudad. De forma progresiva e indiferente.

Tu figura distorsionándose, agrandándose o expandiéndose. Difuminándose a la par que se difuminaban mis ganas. Como si fueras elástico.

¿Qué hacer cuando el otro es la medida de todas las cosas?

10 comentarios:

  1. ¿Rezar para qué dure? ¿Y si se acaba y no la encuentras otras vez?

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  2. Rezamos si va bien... si no, rezaremos para que empiece a disminuir... y si no se encuentra otra vez, habrá que buscar nuevos abismos y rellenar los huecos...

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  3. y qué hacer cuando el corazón se detiene para siempre en un punto imposible de ese mapa y toda longitud y latitud, toda brújula señala a ese punto...y tienes la certeza que jamás podrás llegar, que será otro cuerpo, otros labios y otros brazos quien cumbre la cima del mapa... ¿se puede vivir en los recuerdos? o como dice la canción esta puede ser la mejor solución: "Mejor buenos recuerdos que un pasado perdido
    por eso Matilde un buen día
    acabó por tirarse en el río
    lo que fue tan hermoso que no caiga al olvido
    te estaré recordando por siempre Matilde que tú no te has ido..."

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  4. Qué hacer cuando es la longitud y la latitud de todos los mapas, cuando todas las brújulas solo la señalan a ella mirando al sur... qué hacer cuando el corazón se para... porque aunque se busquen nuevos abismos, aunque queramos rellenar huecos y distancias siempre estará ahí, flexible, creciendo o disminuyendo, como la palma de mi mano... Creo que aunque intentemos asesinar los lugares y los momentos en los que nos enamoramos siempre seguirá ahí, en la memoria, en otras calles y en otras ciudades... y estará latente como el primer día encontrándola siempre bella incluso en la nada de cada día o en el olvido... Porque existen nombres que te atraviesan una vez y ya nunca más vuelves a ser el mismo.

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  5. Cuando el corazón se detiene en un punto del mapa, se queda ahí para siempre, único e irrepetible.

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  6. ...Porque existen nombres que te atraviesan una vez y ya nunca más vuelves a ser la misma.

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  7. Preciosa forma de narrar, tu relato atrapa desde su inicio, y , mientras lo leo, en mi mente se fabrica otra realidad personal, la mía, que va buscando paralelismos con tu historia.
    Si un corazón se detiene en un punto del mapa y si un nombre te atraviesa una vez...la vida te sorprenderá, cuando menos te lo esperes, reconstruyendo el corazón que creiste incompleto ofreciéndote otro nombre en otro punto del mapa. Y tal vez no seas la misma...pero puedes ser "otra" que ya no añore a la de antes.

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  8. Ice age comin´.
    Parece que existen los increibles hombres menguantes. Por suerte, o por desgracia, hay mujeres que no menguan.
    Hay hombres y mujeres que no son elásticos, son plásticos, y al expandirse (sobre el mapa)ya nunca retornan a su diminuto estado original.

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  9. ...si dejamos de añorar caeremos en el olvido que es la peor enfermedad para los recuerdos y la memoria. Es una opción pero hay que pagar por ello el precio de borrar el rostro, los gestos, las palabras, los lugares... que un día hicieron brillar nuestra mirada de una forma diferente. El único inconveniente es que nunca dejaremos de dar vueltas con la tierra alrededor de un mismo eje, y el día menos pensado lo que creíamos que habíamos borrado se nos presentará por sorpresa, nos encontraremos en el mismo punto pero en otro tiempo, con más años, más cansados, más felices, diferentes... y nos lo cruzaremos por la calle, tras una esquina, en un bar, en la playa... ¿seremos capaces de apartar la mirada?, ¿cómo laterá nuestro corazón?, ¿podremos ignorar la situación como si nada hubiera ocurrido jamás?... No lo sé. Quizás para entonces todo habrá terminado. Habremos tenido el valor de asesinarlo en los lugares en los que nos enamoramos y todo sea distinto. El tiempo es implacable y con su paso todo puede llegar a morir. Que todo se acabe para siempre. Y eso es lo malo de cuando las cosas se acaban, que se acaban. Aunque el tiempo también nos juega malas pasadas, como la memoria. Y quizás cuando pensamos o deseamos que todo esto se termine, en el fondo estamos queriendo que no se vaya. Y si se va, que no sea muy lejos ni por mucho tiempo.

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  10. Dejémonos de filosofar, cada uno tiene lo que busca y cada uno marca los caminos de su vida.
    Si tan clara estaba la opción,no entiendo a cuento de qué tantas palabras.

    Silabaria tú me gustas porque pones los puntos sobre las íes.

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