martes, 29 de octubre de 2013

EL DOLOR DE LA SINCERIDAD


- Las anotaré. Empieza tú.
- ¿Cómo se llama esto?
- Pues no sé... ¿Cómo lo llamamos?
- Cuestionario sobre el sueño de escaparnos juntos.
- Cuestionario sobre el sueño de escaparse juntos que tienen los amantes.
- Cuestionario sobre el sueño de escaparse juntos que tienen los amantes maduros.
- No eres madura.
- Claro que lo soy.
- Me pareces joven.
- ¿De veras? Bien, desde luego eso tiene que aparecer en el cuestionario. Los dos candidatos han de responder a todas las preguntas.
- Empieza.
- ¿Qué es lo primero que te irrita de mí?
- ¿Qué es lo más insoportable de ti cuando estás insoportable?
- ¿Eres realmente tan animado? ¿Se corresponden tus niveles de energía?
- ¿Eres una extravertida bien equilibrada y encantadora o una reclusa neurótica?
- ¿Cuánto tiempo pasará antes de que te sientas atraído por otra mujer?
- O por otro hombre.
- Nunca debes envejecer. ¿Piensas lo mismo respecto a mí? ¿Piensas en ello alguna vez?
- ¿Cuántos hombres o mujeres has de tener en un momento determinado?
- ¿Cuántos hijos deseas que obstaculicen tu vida?
- ¿Hasta qué punto eres disciplinada?
- ¿Eres completamente heterosexual?
- ¿Tienes alguna idea concreta de lo que te interesa de mí? Sé precisa.
- ¿Acostumbras a mentir? ¿Me has mentido ya? ¿Crees que mentir es algo normal o te parece censurable?
- ¿Esperarías que te dijeran la verdad si la exigieras?
- ¿Exigirías la verdad?
- ¿Crees que tener un carácter generoso es una debilidad?
- ¿Te preocupa ser débil?
- ¿Te preocupa ser fuerte?
- ¿Cuánto dinero puedes gastar sin que te sepa mal? ¿Me dejarías tu tarjeta visa sin hacer preguntas? ¿Me concederías cierta libertad para disponer de tu dinero?
- ¿En qué aspectos ya te decepciono?
- ¿Qué te incomoda? Dímelo. ¿Lo sabes siquiera?
- ¿Cuáles son tus sentimientos acerca de los judíos?
- ¿Vas a morir? ¿Estás física y mentalmente en buenas condiciones? Sé concreto.
- ¿Preferirías a otro más rico?
- ¿Cuál sería tu grado de ineptitud si nos descubrieran? ¿Qué dirías si alguien entrara por esa puerta? ¿Quién soy yo y por qué todo va bien?
- ¿Qué cosas me ocultas? Veinticinco. ¿Alguna más?
- No se me ocurre ninguna.
- Espero ansiosa tus respuestas.
- Y yo las tuyas. Tengo una.
- ¿Cuál?
- ¿Te gusta como visto?
- Vaya pregunta.
- En absoluto. Cuanto más trivial es el defecto, más enojo inspira. En eso tengo experiencia.
- Muy bien. ¿La última pregunta?
- La tengo, la tengo. La última pregunta. ¿De alguna manera, en alguna esquina de tu corazón, albergas todavía la ilusión de que el matrimonio es una aventura romántica? De ser así, eso podría ser la causa de muchos conflictos.

                                                                                              Philip Roth, Engaño.

domingo, 20 de octubre de 2013

El ritmo lento de los silbidos...

"Quizá no sepamos nada más sobre las peculiaridades de la vida, pero trazamos el curso de los días y las noches de acuerdo con las luces del firmamento -empezó con su mejor voz-. Estos rayos de luz, que viajan a través de tremendos espacios de tiempo, nos hacen saber que las estrellas penden allá arriba, a enormes alturas. La luz del Sol da sustento a nuestra vida, y la de la Luna nos arropa con ese manto de íntimas gestas que conocemos como sueños."


Morris Morgan, viajero llegado por azares del destino a Marias Coulee, un pequeño pueblo de Montana, comenzaba así a narrar a sus alumnos y a los habitantes de su pueblo todos aquellos fenómenos que hacen mágicos los hechos que transcurren en el cielo, los grandes descubrimientos astronómicos que han ido cambiando a lo largo de siglos y siglos de conocimiento no sólo nuestra concepción del mundo o del propio cielo y sus fenómenos, sino también de la vida, e incluso de los sueños. 
Este libro, que arranca despacio, con un ritmo lento y tranquilo, irá poco a poco seduciéndonos a través de dos personajes principales: Morris Morgan, maestro entusiasta, peculiar y excéntrico, que va sembrando poco a poco en sus alumnos el afán por el conocimiento y la curiosidad incansable; y Paul Milliron, alumno inteligente, inquieto y brillante que irá absorbiendo todos los conocimientos de su maestro y dejándose enseñar en un afán cada vez mayor por crecer. Quienes nos dedicamos a la enseñanza ansiamos poder llegar, en algún momento, a convertirnos en esa estrella polar que va guiando y marcando el norte a quien desea llegar a otros lugares, pero no solo nosotros... Todos tenemos estrellas polares en nuestra vida, estrellas que en distintas etapas nos han ido guiando y marcando el itinerario de nuestro camino... así me llegaron las palabras de Antonio Machado que de tan familiares son la narración de parte de mí, de mi poética vital y mi educación sentimental; así me llegó también, como a Paul, el amor por los libros, de manos de una incansable lectora y contadora de historias; y así también, de mano de una estrella polar alta y brillante, llegó este libro a mis manos.