no es fácil cuando faltan
vocales que se escurren de mis dedos.
Es complejo aunar significados
como es formarme yo
sin esas partes mías que se pierden,
que dejo a cada paso entre tus labios;
son plumas olvidadas,
leves que casi rozan tu corazón y el mío,
rotos de tanto abrirse,
de tanto doler, siempre
de toda la alegría que no comprendo
y del dolor que sobreviene al punto.
Ya no tengo vocales y mi nombre no suena.
Solo dos consonantes que mueren en los labios
al querer pronunciarlas.